Cuando se nos encomienda realizar un diseño para determinados espacios, es indispensable empezar por los requerimientos del cliente. Colores, texturas e ideas; El cliente siempre tiene una idealización sobre el espacio, sintiendo que debe ir acorde con la actualidad, muebles bonitos, el Pantone del año y el papel tapiz que sea tendencia.
Sin embargo, más allá de sus requerimientos es indispensable que como diseñador o como creador de espacios, realicemos la labor investigativa sobre la marca, lo que venden o el servicio que ofrecen, cuál es su cultura, sus valores, sus ideas. Y sobre todas las cosas si se trata de una oficina, tienda o comercio, quienes son sus empleados y sus clientes porque de allí habrán diferentes tipos de uso.
Para ello, conversamos con el laboratorio creativo de Grupo Snap Publicidad, quienes nos hablarán más detalladamente sobre encontrar aquello que refleje la marca de los clientes gracias a su celebre frase “experiencias que conectan”
“Nuestro negocio debe ir acorde a nuestro branding, siempre deberíamos incluir todo lo que sea relevante para él, ya sean los colores, el logotipo, el reflejo de su cultura, hablar de su historia y sus inicios para crear conexiones entre el consumidor y la empresa…”
“…Esta conexión también debe llegar a los empleados, que se sientan identificados en el lugar donde trabajan y que puedan encontrar la trayectoria de la empresa por un simple recorrido diario en ella”
Nosotros como creadores de espacios debemos crear un puente entre la marca y el entorno donde se desarrolla aquello que estamos ofreciendo al público, haciendo esto creamos una comunidad para personas que se sienten identificados y más importante aún, que sean fieles a nosotros, que prefieran comprarnos lo que sea que vendamos antes que a la competencia.
En sí deberíamos dividir los espacios entre los usuarios que se desenvuelven diariamente allí, ejecutando tareas, realizando actividades etc y el consumidor o cliente que irá ocasionalmente a nuestros espacios pues dependiendo de esta distribución no solamente lograremos estancias productivas, también tendrán un carácter de marca.
Para empezar hacemos una distribución según el personal que tenemos
(y con proyecciones futuras) para determinar el tipo de tareas que realizan y cómo es su desenvolvimiento en el día en su espacio de trabajo.
A veces nos encontramos con espacios donde el mobiliario convencional no se ajusta a nuestros lugares de trabajo, entorpeciendo el recorrido a través de éstos y creando incomodidad para el desempeño diario.
Debemos optar si es posible, diseñar muebles especialmente para esos espacios.
Por otro lado debemos jerarquizar nuestra estancia según el uso específico de cada espacio, dividiéndolo en lugares donde los usuarios trabajen, puedan comer cómodamente, llevar a cabo reuniones, archivar documentos y más.
Una vez que logremos una distribución adecuada para nuestros usuarios, debemos partir a relacionar nuestra marca con nuestros espacios. Identificando aquello que nos representa, integrando nuestra historia y cultura para que nuestros clientes puedan conocernos.
¿Cómo podemos empezar este recorrido?
En primer lugar, la entrada o recepción debe ser un boom visual, pues es lo primero que salta a la vista. Incluir paredes llamativas con nuestro logo con algún tipo de arte o estilo visual que llame la atención desde un primer momento.
Buscar dar a conocer nuestra historia y quienes forman parte de ella.
Para ello podemos colocar muros de acentos con fotografías del personal e incluyendo un breve resumen escrito. También podríamos colocar un timeline con los hitos históricos más importantes de la empresa.
Motivar la interacción con los usuarios de los espacios, agregando puntos de reunión que puedan facilitar las conexiones interdisciplinarias.
Esperamos que todos estos tips puedan serte útiles a la hora de querer diseñar tu comercio u oficinas de tu empresa, y recuerda que puedes obtener asesoría personalizada de la mano de nuestros profesionales!