Hay ciudades que nos causan gusto visual al recorrerlas o simplemente mirarlas desde lo alto para comprobar su orden y su complemento directo con el urbanismo. Y no son más que el resultado de una buena planeación urbanística cuidando cada detalle, la vegetación que lo acompaña, las estructuras, los materiales y fachadas, colores y demás.
¿Qué tienen en común éstas ciudades?
Todas hacen uso de la variedad y orden.
La variedad y orden aplicado en urbanismo, quiere decir que para que exista un equilibrio en una ciudad, los edificios que la componen deben seguir un mismo patrón, tener una fachada o forma similar para que funcionen en conjunto. En Europa es donde podemos apreciar mejor esto ya que las edificaciones contemplan la arquitectura de siglos pasados y aún se mantienen siendo parte significativa de su entorno y que les da esa característica única de cada país.
Algo muy similar a los países latinoamericanos que gozan de “Zonas coloniales” o “centros históricos” en las cuales las fachadas deben de seguir una misma arquitectura de la época de la conquista y existen las variables urbanas que, aunque permiten reparaciones o restauraciones, no se puede cambiar el frente de las edificaciones.
Pero ¿qué sucede cuando alguno de estos dos elementos falla?
Es decir, si tenemos demasiado orden o por el contrario demasiada.
En países como Corea del Norte es donde podemos apreciar “demasiado orden” esa arquitectura soviética, estalinista o monobloques que aún sigue en pie y que hace que todas las edificaciones sean iguales, en cada rincón de la ciudad como la de Pyongyang, capital de Corea del Norte, no varía en forma o colores, simplemente tiene una función que es albergar vida. Por supuesto que esto entra más en temas hacia lo político, pero es un ejemplo muy claro de un país con exceso de orden.
Por otro lado cuando nos vamos al extremo, un exceso de variedad también desequilibra un Urbanismo, como por ejemplo en ciudades como Dubai donde la arquitectura varía en demasía, haciendo perder el Urbanismo y el diseño de la ciudad, logrando que más bien luzca como una pila de edificaciones lujosas pero sin un contexto a su alrededor.
Entonces, ¿Qué es lo que realmente le da riqueza un urbanismo? ¿Cómo podemos balancear perfectamente todo para conseguir una buena planeación urbanística?
En primer lugar, debemos planear nuestras ciudades de un modo que podamos cumplir con necesidades básicas y que éstas estén a una disposición accesible para sus habitantes. Ejemplo: Escuelas o centros de estudios cercanos, hospitales, supermercados, colmados etc.
Por otro lado que también estén previstas de lugares de esparcimiento al aire libre como caminerías y que la vegetación sea evidente. Las plazas son los mejores sitios de encuentros, han existido desde hace cientos de años y todavía en muchas ciudades su uso es frecuente.
Deben ser accesibles para el transporte público, es primordial hacer énfasis en esto ya que muchas ciudades dejan a un lado este sector tan importante. El transporte público no solamente ayuda a que las personas puedan trasladarse más fácil de un sitio a otro, sino que ayuda a descongestionar las ciudades, y hace un impacto positivo en el medio ambiente, reduciendo las cantidades de CO2 de cada automóvil que se usa por cada persona.
Las ciclovías es un punto muy importante ya que cada vez más personas se unen a ésta movida. Ciudades como Amsterdam es más común que las personas se transporten en bicicletas que en automóviles.
Todo esto es parte de una buena planeación a futuro, y es importante en el rol del arquitecto y del urbanista trabajar en contexto. Es decir, la casa o edificación en un conjunto, el conjunto en un urbanismo y el urbanismo en una ciudad. Lo que de la riqueza y valor a una ciudad no es hacer torres con una arquitectura simpática que podría estar en cualquier otra parte del mundo, el reto es hacerlo funcional y que refleje la autenticidad de la ciudad, que sea propio o autóctono.
Los museos son edificaciones igualmente importantes en nuestras ciudades, son un reflejo de la historia y hechos importantes de cada país. Es una de las primeras cosas que un turista visita al ingresar a su lugar de destino, ya que allí es donde podemos empaparnos de la cultura, de su historia, sus costumbres y tradiciones que hacen que un lugar sea muy distinto a otros.
¿Qué crees que deberían tener nuestras ciudades del presente y del futuro?
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