El Slow living, es un movimiento que tiene como premisa, la desaceleración de nuestro estilo de vida actual. Así “la vida lenta” tiene como objetivo controlar nuestro propio tiempo en vez de vivir atados a la inmediatez.
Ser un buen anfitrión de un Airbnb ya no basta con sólo ofrecer un alojamiento, más allá de su ubicación o el precio, tu inmueble debe cuidar detalles cómo la distribución interior, la decoración, la buena higiene y representación, la accesibilidad y por supuesto la comodidad que puedas ofrecer dentro de la estancia.
Aquí compartiremos algunos detalles resaltantes que más buscan los inquilinos a la hora de hospedarse.